sábado, 18 de octubre de 2014

lleve su peluche del ebola, llevele, llevele!!


Mientras el ébola preocupa a las autoridades del mundo entero, a otros los hace felices: una empresa estadounidense que vende peluches educativos con forma de microbio ya no puede responder a la demanda de sus modelos Ébola.
"Agotado", podía leerse este viernes en la web de la compañía Giant Microbes Inc., radicada en Connecticut (noreste), sobre los modelos "Virus Ébola", con un precio de 9,95 dólares; "Virus Ébola, muñeco tamaño gigante", por 29,95, y "Tubo de ensayo Ébola", a 14,95 dólares.
La empresa, que arrancó en 2002 con cuatro modelos, vende hoy modelos de más de 150 microbios diferentes, de tamaño estándar o grande (60 centímetros).
"Son juguetes, herramientas educativas y también regalos divertidos para quien tenga sentido del humor", precisa, añadiendo que la forma del peluche está "basada científicamente en una imagen de microscopio del verdadero microbio".
La compañía asegura haber vendido más de 10 millones de ejemplares en todo el planeta.
Entre los otros microbios en venta en su catálogo se encuentran los del ántrax, el cáncer de mama, la varicela, la gonorrea e incluso la diarrea.

                                                                           cortesía del pelos necios

LA VIUDA

Los jinetes solitarios y su cabalgadura, siempre abrigan el temor de un encuentro, en algún recodo del camino, con la fatídica Viuda. En la obscuridad de la noche, de pronto el caballo se encabrita y se niega a seguir su camino. Sólo continúa adelante, aguijoneado por las filudas espuelas y rebencazos de su amo; más, a poco de andar, el caballo lanza fuertes relinchos y se desboca en alborotada carrera; guiado ahora, no por las riendas que mantiene en las manos su jinete, sino por la magia de la Viuda, que se encaramó a sus ancas. Ya no se detendrá, ni siquiera frente al próximo barranco, en donde se precipita, empujado, con fuerza titánica, por la Viuda: jinete y caballo encontrarán la muerte en el fondo de la quebrada. Cuando los viajeros nocturnos escasean, por los caminos, la Viuda se acerca a los poblados en busca de algún peatón transnochador y en estas ocasiones se deja ver en alguna ventana iluminada. Los moradores son invadidos de intenso temor y confusión, al observar su horrible cara, de palidez cadavérica, con grandes ojos brillantes y movedizos, y su cabellera tiesa amarrada con un velo negro que cae hasta barrer el suelo, junto a su largo vestido. Los varones más valientes, salen presurosos a perseguirla; la ven deslizarse sobre el suelo, con la velocidad del viento y es imposible alcanzarla, si ella así no lo permite; en los despoblados tras algunos matorrales, se detiene junto a uno de sus perseguidores, para disfrutar con él las delicias del amor.... El infortunado o afortunado, regresa a su casa aturdido, como ebrio, arañado en el rostro y en las manos, con sus ropas parcialmente descosidas y desabrochadas. En estos últimos tiempos y marchando con los avances de la ciencia y de la técnica, se dice que la viuda también se encarama a los automóviles, de volantes solitarios, especialmente si llevan algunos grados de alcohol en la sangre.


18