Un
nuevo estudio ha indicado que el consumo de cocaína a largo plazo puede
producir cambios irreversibles en las partes del cerebro responsables
de regular la impulsividad y la capacidad de analizar la importancia de
las decisiones. Estas alteraciones no sólo dan una idea acerca de lo que
es una adicción, sino que también sugieren que las personas que
desarrollan una dependencia hacia una droga pueden tomar decisiones más
pobres en otros ámbitos de la vida.