miércoles, 24 de diciembre de 2014

El origen del árbol de navidad

Uno de los elementos más característicos de la Navidad sin duda es el árbol. El árbol expresa el espíritu navideño. Aunque en realidad su significado tiene muy poco de origen cristiano.
 
Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos). Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los conversos tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado.
 
Cuentan las leyendas que en la Alemania precristiana se realizaban dos ritos:
 
El primero al Dios Odín ( “padre de todos” según la mitología escandinava).  Un grupo de guerreros se reunía en torno al roble sagrado de Odín y como una forma de tributo, ofrendaban las vidas de los prisioneros de guerra.
 
El segundo rito estaba dedicado al Dios Thor, (hijo de Odín. Considerado como el más fuerte de todos los Dioses nórdicos).
 
En su nombre realizaban una ceremonia con pencas de palma de doce hojas, cada una de las cuales representaba un mes del año. Al finalizar la ceremonia, encendían la punta de cada hoja y apilaban las palmas en forma de pirámide formando una hoguera en su honor.
 
Se dice que monje San Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, impuso una nueva simbología entorno al árbol del Universo Yggdrasil. Tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino aprovechando su forma triangular similar a una pirámide, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas.  Se cree que el primer árbol de Navidad, tal y como lo conocemos en la actualidad, apareció en Alemania en 1605.
 
Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las velas, se transformaron en esferas y luces, además de otros adornos.

Porque no podía faltar, aquí tienes "La predicción del fin del mundo", versión 2015

Una "vidente" búlgara mencionó que el mundo, como lo conocemos, se acabará el próximo año.

Vanga, una popular clarividente de Bulgaria que vivió de 1911 a 1996, predijó que en el año 2015 el mundo como lo conocemos llegaría a su fin; esto derivado de una crisis económica, una guerra tecnológica y la elevación del nivel del mar. De acuerdo con la difunta profeta, a inicios del año se producirá una crisis económica sin precedentes, lo que derivará en una guerra tecnológica (no se sabe si se refería a un ataque masivo por internet o a un escenario de ciencia ficción tipo Terminator o Matrix); misma que producirá cambios en la geografía política y destrucción sin precedentes. Pero las catástrofes no quedarán ahí, para la segunda mitad del año habrá unas "metamorfosis globales planetarias", mismas que tendrán efecto sobre el nivel del mar aumentándolo; las principales regiones afectadas serán Europa, América del Sur y el Sudeste Asiático. Lo anterior provocará una enorme migración de personas ne busca de refugio, los principales destinos serán Rusia y Norteamérica (no se sabe si eso incluye a México y Canadá o sólo a Estados Unidos). Como todas las profecias del fin del mundo, que se han dado desde que el ser humano es consciente de sí mismo; esto debe de tomarse con muchas reservas y está sujeto a múltiples interpretaciones.


Celebración de Nochebuena

Los relatos del siglo XIX nos muestran que la Nochebuena se festejaba de manera parecida a la actualidad. Se celebraban tanto la misa de aguinaldo como la de gallo; las posadas ya se habían separado del ritual religioso.

Después de los inicios de las celebraciones decembrinas en el siglo XVI, una reseña en el "Diario de Gregorio M. Guijo" en 1650 nos relata los festejos de la Navidad:

Dicho día, todos los vecinos de la ciudad pusieron en las ventanas de sus casas un bulto de Nuestra Señora y otras pinturas de su Majestad en lienzos, de particular devoción, y adornaron de muchas luces, con que siendo de noche muy obscura estaban las calles muy claras, y fue de mucha devoción; y se juntaron mulatos, negros, mestizos e indios en los cruces de esta ciudad, y a voces rezaban el rosario de nuestra Señora, de rodillas, y por las calles iban los muchachos en cuadrilla, mucha cantidad de ellos, y personas de todas edades. La misa de aguinaldo se celebraba por la mañana, durante el novenario y la segunda a las 12 de la noche del día 24. Las primeras no tienen hoy el carácter que antiguamente las distinguía, como era la música de las murgas y los versos que se cantaban. Hoy ya no se acostumbra ir a la misa de aguinaldo. La Nochebuena es una celebración estrictamente familiar, se organiza la posada con los mismos ritos y cantos que los descritos anteriormente hasta que llega el momento de “acostar al niño”. La figura del Niño Dios suele ser llevada por una o dos jovencitas en una canasta, charola o lienzo; se forma una procesión de los asistentes, quienes entonan canciones de cuna y villancicos y después el Niño Jesús es acostado en el pesebre, donde permanece hasta el dos de febrero. Anteriormente se acostumbraba que el sacerdote, amigo de la familia acostara al niño. Con cánticos, el Niño Dios es acostado en su cuna, después de que cada invitado lo ha besado, la familia permanece alrededor del nacimiento cantando villancicos. Estos han evolucionado a lo largo del tiempo, aunque no se deja de interpretar el “Adeste fidelis" y "Noche de Paz".






El staff de NMLPNDC les desea a todos una feliz navidad y prospero año nuevo, muchas gracias por seguirnos leyendo a nuestros 4 lectores y sigamos adelante en todo lo que hagamos y que nuestros sueños nunca se derrumben por nada. Felices fiestas tengan ustedes.