lunes, 10 de junio de 2013

Descubriendo identidades

Y como siempre no falta gente baneada en los blogs que se aferran a querer entrar aunque los pendejeen debido a su masoquismo crónico severo, juzguen ustedes y opinen. 



Y luego los que se enamoran del Gato  


Cortesía de los cagantes amantes

Tetas letradas


Un grupo de mujeres neoyorquinas crearon un club de lectura topless con la intención de relajarse y broncearse en lugares públicos, justo como lo hacen los hombres.
Basándose en las leyes de Nueva York, que indican que las mujeres pueden andar con el pecho al descubierto  en cualquier lugar que los hombres también lo hagan, las jóvenes formaron el club para poder reunirse y tomar el sol juntas sin ser molestadas por los varones.
La mayoría de las mujeres utilizan la parte de abajo del bikini durante sus encuentros, para así poder recibir una buena cantidad de sol y lograr un buen bronceado.
El grupo se reúne en plazas, terrazas y algunos de los espacios turísticos más importantes de la “Gran Manzana”. Los miembros esperan que a través de estas acciones otras mujeres enseñen sus senos sin pudor.  
                                                                              Posted by Gato Limpio

domingo, 9 de junio de 2013

Chilangos versus regiochangos

Vean como son de pendejos en Montegay
                                                   Cortesía de Esmeralda Jaime de Hernández

sábado, 8 de junio de 2013

Los pulques ¿cual es tu favorito?

En la época prehispánica únicamente los señores principales o los ancianos, hombres y mujeres retirados ya de la vida activa (mayores de 52 años), podían consumirlo, y a los que iban a ser sacrificados en el templo de Huitzilopochtli se les permitía beberlo hasta embriagarse. También se administraba, ya fuera solo o combinado con diversas yerbas, a los enfermos y a las parturientas, pues se consideraba una eficaz medicina para aliviar los males más variados.
La embriaguez era un delito que se castigaba con severidad. A los infractores por primera vez se les trasquilaba públicamente; a los que reincidían se les derribaba su casa y se les impedía acceder a cualquier oficio honroso, y si no se enmendaban se les condenaba a morir ahorcados, golpeados o apedreados. Sin embargo, en ocasiones especiales, como en las fiestas de los dioses del vino, nos dice fray Bernardino de Sahagún, “no solamente los viejos y viejas bebían vino pulque; pero todos, mozos y mozas, niños y niñas, lo bebían hasta embriagarse”.
                                                         Cortesía de la hija de mi vecino

Soul Reaver y Teletón

                                                       Esos sí que son buenos amigos


Cortesía de Pomponia