CHIHUAHUA.- El cielo envió maná esta semana como una señal divina de futura abundancia. Unos 50 pescados entre 15 y 20 centímetros de largo, cayeron al suelo
durante la tormenta que azotó Chihuahua el fin de semana pasado.
El fenómeno se produjo en un rancho ubicado 3 kilómetros al sur de
la Capital del Estado y cuyos habitantes están asustados, pero no
quieren dar más datos para no atraer extraños.
Los pescados con escamas grises y doradas, fueron recogidos por los
lugareños en un radio de 150 metros. Con los rostros asombrados, los
rancheros los dejaron morir sin atreverse a comerlos.
Lo insólito es que en pleno campo desértico, especies marinas de agua salada de pronto dieran coletazos en los charcos. El hecho es visto por algunos, como una buena señal del cielo para Chihuahua.
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