El cirujano ortopédico Dr.Ted Rummel quedo devastado cuando un quiste que se encontraba en su columna vertebral estalló y quedo paralizado de la cintura para abajo. A pesar de las complicaciones, el médico ha sabido encontrar la forma de seguir trabajando en la sala de operaciones, a través del uso de una especie de silla eléctrica que le permite ponerse de pie.
El médico que en promedio realizaba 1.000 cirugías al año, se encontró con grandes dificultades para continuar con su carrera. Aunque la mayoría de las personas en la situación del Dr. Rummel optarían por jubilarse, él decidió regresar a su trabajo para cuidar a sus pacientes. A pesar de que ahora viaja en silla de ruedas, todavía tiene la coordinación ojo-mano de un cirujano exitoso.
El médico ha declarado "Ahora me identifico con los pacientes de una forma 100 por ciento diferente. Después de pasar por algo como esto, escuchas mejor y te vuelves más empático. Realmente siento su condición y cómo está afectando su vida." En el hospital donde trabaja Progress West HealthCare Center and Barnes-Jewish St. Peters Hospital, se dice que el Dr. Rummel contagia el lugar de alegría.
Cortesía de Wey Super Jastar
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