viernes, 28 de marzo de 2014

Viernes de Borrachos...

En el lejano año 1902, la pequeña isla caribeña de Martinica fue devastada por la erupción de su volcán, el Monte Pelée. Se estima que miles de personas perdieron la vida, y sólo se reportaron tres sobrevivientes, incluyendo a un hombre llamado Louis-Auguste Sylbaris. Un día antes de la erupción, Sylbaris fue detenido por la policía por estar borracho y por provocar desorden público, un delito por el que había sido arrojado a una celda solitaria.

Era una cámara de piedra, prácticamente debajo de la tierra, sin ventanas y con una sola ranura en la puerta para los alimentos, el aire y la luz. Al día siguiente, el volcán entró en erupción, con la celda de Sylbaris en su camino. Sin embargo, la sólida construcción de la cárcel aseguró la supervivencia de Sylbaris, aunque no lo protegió de las terribles quemaduras causadas por las ráfagas de aire caliente. Fue hallado cuatro días después de la tragedia y perdonado por sus crímenes de borrachera.

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