lunes, 21 de julio de 2014

Telaraña de camarón


Los camarones segregan un material pegajoso y fibroso que utilizan para formar su casa, y que nunca antes había sido estudiado en profundidad. Así se desprende de una investigación realizada por los profesores del departamento de Zoología de la Universidad de Oxford Frtiz Vollrath, Katrin Kronenberg y Dicko Cedric y que se ha publicado recientemente en la revista Naturwissenschaften.
Nunca antes hasta ahora habían sido investigadas las sedas marinas. Sí se habían realizado estudios de las sedas de los gusanos de las moreras y de las telas de araña, así como las de las larvas de algunas moscas y arañas acuáticas. Pero lo que estos profesores han descubierto es que la seda de los camarones es una auténtica telaraña pegajosa y altamente resistente al agua salada del mar. Como en todas las sedas animales, la estructura de la seda del camarón es una base de proteínas, que estos artrópodos tejen a modo de filamentos con sus patas centrales, en movimientos giratorios.
Estas patas centrales son, pues, los órganos secretores de la seda del camarón, que utiliza para unir granos de arena del fondo del mar, algas e incluso restos de defecaciones para hacer las paredes de su casa. La seda es altamente fibrosa y, a diferencia de las arañas, que la producen de unas glándulas situadas en el abdomen, los camarones segregan la seda directamente de sus patas.
Los camarones son parientes lejanos de los percebes, conocidos por su extraordinaria forma de adherirse a las paredes de las rocas. Esto lo hacen gracias a la glándula del cemento, que segrega una sustancia que, en el exterior de su organismo solidifica y adosa fuertemente al percebe a la roca.



                                                                Cortesía del Tyo Cyruelo

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