martes, 22 de octubre de 2013

¡Paren de tomar refresco con azúcar, malditos estúpidos!


El tema sale a flote porque uno de los argumentos para incrementar el impuesto a las bebidas azucaradas, propuesta contenida en la iniciativa de reforma fiscal, es que mermará el consumo de éstas y repercutirá positivamente en los índices de obesidad y sobrepeso.

La Alianza por la Salud Alimentaria organizó el foro “Los daños a la salud por el consumo de refresco”. Tonatiuh Barrientos, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública, mostró durante su exposición que un impuesto de 20% sobre esta bebida azucarada repercutirá en los próximos 10 años hasta 7% en la prevalencia de la obesidad y 5% en la de sobrepeso.

Guadalajara no queda fuera. El estudio “Consumo de refrescos y riesgo de obesidad en adolescentes de Guadalajara, México” (2009) arroja que el promedio diario de ingestión de refrescos entre este grupo es de 668 mililitros en hombres y de 500 en mujeres. De mantener esta constante en el consumo durante 10 años, advierte, un individuo podría ganar alrededor de 50 kilogramos de peso.

En el Estado, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre 2011 y 2012 hubo un incremento de 30% de sobrepeso y obesidad entre los niños, principalmente a malos hábitos de alimentación y falta de actividad física.

Francisco Cuevas Corona menciona que la dieta de los mexicanos de bajos recursos consiste en productos como bebidas azucaradas, tortilla, pan y papas, por lo que no se puede culpar sólo a las primeras como únicas culpables del sobrepeso.

La discusión de la reforma fiscal, que en este momento está en el Senado de la República, se perfila para que las bebidas azucaradas sean gravadas hasta con 20 por ciento.

En México se consume más refresco que en cualquier otro país del mundo. Según el estudio del Centro Rudd para Políticas Alimentarias y Obesidad de la Universidad de Yale, dados a conocer en 2011, el consumo por persona es de 163 litros al año. Esta cifra supera en 40% a la cantidad de refresco que toman los estadunidenses: 118 litros.

A partir de ese dato, organizaciones civiles pidieron al Gobierno federal proponer el impuesto de 20% para las bebidas azucaradas. Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor AC, planteó que este incremento en el costo provocaría una reducción en su consumo de hasta una cuarta parte.

Hay “consenso” para que sea de dos pesos, según el PRD

CIUDAD DE MÉXICO.-
 Legisladores federales que participan de la discusión de la reforma hacendaria, que incluye entre otras cosas el impuesto a los refrescos, admitieron que sí hay coincidencia preliminar ente los diputados por imponer el gravamen por dos pesos a estas bebidas, ente otras cosas.

El diputado perredista Fernando Zárate Salgado dijo que, pese a ese consenso inicial, también hay una corriente que se pronuncia a favor de un impuesto al azúcar, lo que generaría una inconstitucionalidad, ya que sólo tendría un fin recaudatorio y no un objetivo social.

También existe el acuerdo de imponer un impuesto de un peso a la cerveza y lo que se capte se vaya a un fondo específico de adicciones, detalló el diputado.

En el caso del IVA en hipotecas y rentas, así como en la venta de vivienda, Zárate Salgado comentó que hay una fuerte discusión en torno de que si se debe gravar a partir de los tres millones de pesos o de que debe ser de manera progresiva.

También se discute, dijo, la posibilidad de un impuesto a los videojuegos y esos recursos destinarlos a educación, así como en el caso de la comida chatarra. En estos dos casos el Gobierno federal captaría alrededor de 10 mil millones de pesos.

En el asunto de los cigarros, refirió que se está planteando un aumento de un peso, aunque todavía está en negociación, porque es cierto que se ha creado un mercado negro.

EL DULCE PROBLEMA

180 mil
 muertes cada año, por razones relacionadas con la obesidad, se registran cada año en el mundo, de acuerdo con un reporte publicado por la American Heart Association.

1% 
de esas muertes por obesidad están vinculadas con el consumo de refrescos, según el investigador de Harvard y autor del estudio Gitanjali Singh.

México tiene el mayor número de muertes relacionadas con el consumo de refresco entre los 35 países revisados por la American Herat Association. Estados Unidos es el tercer lugar.

163 litros de refresco al año es el consumo promedio de los mexicanos.

118 litros por año es el promedio entre los estadounidenses.

70%
 de los niños en las comunidades rurales mexicanas desayuna con refresco.

10% de los ingresos familiares en México se destina a la compra de refrescos.

25%
 de la ingesta calórica de los mexicanos proviene de las bebidas.

15% 
mayor es la propensión a padecer obesidad entre quienes consumen refrescos de manera ocasional.

La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) recomienda un límite diario de consumo de azúcar:
Hombres

150 calorías (9 cucharadas)

Mujeres


100 calorías (6 cucharadas)

22.7 cucharadas de azúcar diarias consume el estadounidense promedio.

Contenido de azúcar

Galletas Oreo (3 galletas):


2.49 cucharadas.

Lata de refresco de cola (12 onzas)


7.93 cucharadas.

Pan de trigo (dos rebanadas)

0.66 cucharadas.

Yogur de frutas bajo en grasa (8 onzas)


6.16 cucharadas.

Lucky Charms (1 taza)


2.55 cucharadas.

Salsa catsup (3 cucharadas)

1.77 cucharadas de azúcar.

Enfermedades relacionadas con el consumo de refresco


> Síndrome metabólico.

> Hipertensión.

> Triglicéridos altos.

> Diabetes mellitus tipo 2.

> Enfermedades cardiovasculares.

Fuentes:
 ContraPeso.org, MexicoseMueve.org, National Geographic.

LA VOZ DEL EXPERTO

Los adolescentes son los más vulnerables

Édgar Vásquez Garibay
 (director del Instituto de Nutrición Humana)

Cualquier cuerpo humano sufre algún daño con el consumo de refrescos, pero especialmente los adolescentes. El especialista Édgar Vásquez Garibay afirma que este grupo de personas son los que corren más riesgo de presentar obesidad, especialmente si consumen más de 750 mililitros de refresco al día.

El experto, uno de los autores del estudio “Consumo de refrescos y riesgo de obesidad en adolescentes de Guadalajara, México”, afirma que ha visto casos de adolescentes con carencia de calcio y que, sumado a esto, acostumbran consumir refresco, lo que recae en un mayor daño a los huesos, debido a la desmineralización que produce esta bebida azucarada.

En la niñez, afirma Vásquez Garibay, las personas son más vulnerables a la producción de caries al beber refresco; incluso, en su experiencia se ha encontrado con padres de familia que dan este líquido a los niños de uno o dos años en biberón.

DIABETES, LA OTRA AMENAZA

El consumo de uno o dos refrescos diarios aumenta en una cuarta parte el riesgo de padecer diabetes, de acuerdo con Alejandro Calvillo, director general del Poder del Consumidor, quien presentó los resultados de la Campaña 12 Cucharadas de Azúcar que busca alertar sobre los riesgos para la salud por el consumidor de bebidas azucaradas.

Según esa organización, entre 2006 y 2012 murió medio millón de personas por la diabetes, y que la industria refresquera no informe sobre el riesgo sanitario a los consumidores propicia un aumento del daño.

La diabetes es la primera causa de muerte en México y está ampliamente estudiado que será el principal lastre del sector salud nacional en las décadas que vienen: se gastará más dinero en atender a las personas enfermas que en prácticamente ningún oto objetivo sanitario. Esta semana apenas, la Secretaría de Salud federal informó que ya está lista la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, que establece colocar bebederos de agua con alta calidad de purificación en las escuelas de educación básica y prohibir la venta de “productos chatarra”.

El director general de Promoción de la Salud de la dependencia, Eduardo Jaramillo, informó que a finales de este mes el Presidente podría anunciar dicha estrategia, que incluye una campaña de medios dirigida a cambiar hábitos alimentarios.

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