martes, 10 de junio de 2014

¿Qué hacer si eres victima de acoso cibernetico?

¿Qué hacer?

Si te están acosando, si alguien se está metiendo contigo utilizando comentarios hirientes o si conoces a alguien que está siendo objeto de este tipo de comportamiento, no hay ningún motivo para que sufras en silencio. De hecho, deberías informar a alguien sobre todos los SMS, mensajes de texto, coreos electrónicos y similares de carácter ofensivo que recibas.
Explícaselo a alguien. La mayoría de expertos coinciden en que lo primero que se debe hacer es contárselo a un adulto de confianza. Es algo que resulta más fácil de decir que de hacer. La gente acosada es posible que se sienta avergonzada o que tenga reticencias a informar sobre el acosador. Algunas personas dudan en este punto porque no están seguras al 100% sobre de quién se podría tratar.Pero este tipo de acoso se puede ir intensificando progresivamente, de modo que explica lo que te ocurre hasta que encuentres a alguien que te pueda ayudar.
La mayoría de los padres están tan preocupados por proteger a sus hijos que a veces se centran en adoptar medidas preventivas para frenar el acoso. Si alguien te está acosando y temes perder tus privilegios para utilizar el teléfono o conectarte a Internet, explica tus temores a tus padres. Coméntales lo importante que es para ti estar conectado y colabora con ellos hasta que encontréis una solución que no suponga ningún castigo para ti. También deberías negociar con ellos sobre el uso seguro del teléfono y del ordenador, ya que lo más importante es empezar por mantener el acoso bajo control.
También puedes hablar con tu orientador escolar, un psicólogo, un profesor de confianza o un miembro de tu familia. Si el acoso te está hundiendo por completo (si te está afectando el sueño o la capacidade de concentración), el hecho de hablar con un profesional te pude ayudar mucho. Si no te sientes preparado para acudir a un profesional, busca apoyo en un adulto de confianza.
Aléjate. Lo que funciona con el acoso en persona propio del mundo real también funciona con el acoso cibernético propio del mundo virtual. Ignorar al acosador es la mejer forma de extraerle su poder, aunque no siempre sea fácil hacerlo (tanto en el mundo real como en el virtual).
Si alguien te está molestando, prueba desconectar el ordenador o a apagar el teléfono durante un rato. No contestes (ni reenvíes el mensaje a otra persona). Encuentra algo con lo que distraerte. Haz algo que te apasione y que te impida pensar en los mensajes ofensivos que estás recibiendo, como tocar la guitarra, salir a correr, leer un buen libro o ver una buena película. También puedes conversar con uno de tus padres o con tu hermano o bien jugar con tu mascota.
Tomarte un respiro te ayudará a relativizar las cosas y a centrarte en lo bueno de la vida. También te dará algo más de tiempo para pensar cómo quieres llevar las cosas.
No caigas en la tentación de responder o de contraatacar. Si te alejas y te tomas un respiro no te dejarás llevar por la tentación de contraatacar y enzarzarte en una pelea virtual con el acosador o los acosadores. Responder cuando uno se siente ofendido puede empeorar todavía más las cosas. (Plantarle cara al acosador puede funcionar en algunas ocasiones, pero lo más probable es que el acosador se sienta provocado e intensifique el acoso). Si te tomas un respiro, ¡recuperarás de nuevo tu poder!
A ser posible, conserva las pruebas del acoso. Aunque no sea una buena idea responder al acosador, es conveniente guardar todos sus mensajes para poder demostrar los actos de acoso. No hace falta que conserves los correos electrónicos, los mensajes de texto u otros tipos de comunicados en un lugar donde los puedas ver contantemente. Se los puedes reenviar a uno de tus padres o bien guardarlos en una memoria USB.
Informa sobre el acoso al servidor de Internet. Algunos sitios de Internet, como Facebook y YouTube, se lo toman muy en serio cuando la gente utiliza sus servicios para colgar mensajes o contenidos crueles o despectivos o para crear cuentas falsas. Si un usuario informa sobre un uso incorrecto, como el acoso, el administrador puede bloquear al acosador, impidiéndole utilizar el servicio en el futuro. Si te están acosando mediante mensajes de móvil y/o de correo electrónico, te puedes quejar al servicio telefónico o al administrador del correo electrónico (como Gmail, Verizon, Comcast y Yahoo).
Bloquea al acosador. La mayoría de aparatos electrónicos e informáticos disponen de funciones que permiten bloquear electrónicamente al acosador o a los acosadores. Si no sabes cómo utilizar esta función, pregúntaselo a un amigo o a un adulto.
Conéctate con seguridad. Protege mediante contraseña tu teléfono móvil y tus cuentas de Internet, y cambia a menudo las contraseñas. Asegúrate de no compartir tus contraseñas con nadie más que tus padres o tutores. También es conveniente pensárselo bien antes de compartir mediante Internet información personal, fotos o videos, que no desees que lleguen a todo el mundo. Una vez se cuelga una foto o menaje en Internet, puede ser difícil o imposible de descolgar. De modo que sé cauto cuando cuelgues fotos o respondas a los mensajes ofensivos de otras personas.

Si el acosador es amigo tuyo

Si tienes un amigo que sabes que está actuando como acosador cibernético, reúnete con él a solas para hablar al respeto. Sin hacerle de menos, defiende tus propios principios: hazle saber que lo que está haciendo no es correcto.
Explícale que el acoso puede tener graves consecuencias, tanto para el acosador, como para la víctima del acoso y los testigos, entre quienes te incluyes. La maldad es como la contaminación, puede afectar a todos los presentes, que se pueden sentir estresados u ofendidos por lo que está ocurriendo. ¡Haz cuanto puedas para construir un ambiente libre de acosadores!


No hay comentarios.:

Publicar un comentario