miércoles, 8 de julio de 2015

¿Facebook te deprime? Estas son algunas razones

Nos guste o no, debemos aceptar que Facebook ya parte de nuestras vidas y para algunas incluso es una necesidad tipo obsesiva… algo que no siempre trae buenos resultados. Quizá la depresión por Facebook te afecta y aún no te das cuenta, pero hay muchos estudios sociales que demuestran que esto es posible y las razones son varias.

¿Cuántas veces entras al Face con el pretexto de solo mirar lo que tus amigos han hecho en los últimos días y (quién sabe cómo) terminas en las fotos del viaje a París que hizo la amiga de la prima del novio de la cuñada de tu colega? Cuando logras cerrar tu sesión te sientes triste sin saber por qué, pero esto puede atribuirse a la MALDICIÓN DE FACEBOOK... bueno exageré, pero sí tiene que ver con algo que hacemos a menudo: compararnos. Otra razón es creer que todo es verdad, pero hay que ser realistas: la mayoría de nuestras fotos "aquí casual" en realidad son resultado de una inversión de al menos una hora para escoger la mejor imagen, ponerle filtros y publicarla, así que de "casual" no tienen nada. 

Comparación física

También está la necesidad de lucir perfectos / as, incluso en la selfie después de levantarnos para demostrar que aún despeinadas y sin maquillar lucimos increíbles; pero afrontémoslo, nadie se ve bien por la mañana y ¡no importa!. Antes los estándares de belleza estaban únicamente marcados por las famosas, aunque en el fondo sabíamos que eran imágenes creadas con dinero, cirugías y muchos sacrificios, pero ahora podemos compararnos con nuestra vecina despampanante o a esa compañera de trabajo que aún siendo madre puede presumir su cuerpo de gimnasio.

Comparación emocional

Pero no solo hablamos de la imagen física; la depresión por Facebook también ocurre por cuando vemos lo fascinantes que lucen las vidas a través de la pantalla de nuestras computadoras o celulares: todos viajan, todos compran, todos tienen un nuevo amor y todos salen de fiesta… y en casa muriéndose de la envidia. Y es que Facebook hace que incluso una pierna rota luzca como algo genial y que todo el mundo quisiera experimentar. Quizá no sea tan relevante, pero esto también puede pasar con aquellos estados que escribimos, pues como dicen, de poetas y locos todos tenemos un poco, el problema viene cuando estamos obsesionados por cuántos likes obtenemos al compartirlo en la red.

Si consideramos todo esto, Facebook sí es algo deprimente: nos obliga a ser alguien que no somos, a comparar nuestra vida con la de los demás, a exponernos y ser juzgados, a esperar por aprobación o a enterarnos de cosas que no queremos saber… pero ¿realmente no hay salida? Siempre he pensado que el mundo es como un volantín: gira y gira y si no estamos listas al subirnos nos podemos caer, pero si decidimos solo verlo girar sin que nos afecte estaremos mucho más tranquilas, así que la respuesta a esta depresión no siempre requiere de un psicólogo, sino simplemente aprender a usar la red social de forma moderada y limitada ¿qué opinas?

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