El gracioso can se molesta cada que oye el funcionamiento de la consola.
Sabemos de personas que
no les gusta que sus hijos, amigos o novios jueguen con su consola de
videojuegos (no importa de qué marca sea); por lo que los reclamos no
tardan en aparecer cuando se enciende la máquina, pero, ¿qué tal si
quien odia verte jugar es tu perro? Eso le pasa con este singular can que se pone a gruñir y ladrar cada que su dueño usa su PS3.
Si así se pone sólo con escuchar las opciones, no queremos ver cuando su dueño esté en una partida de Call of Duty o Final Fantasy XIV.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario