Suceso es el último de tres intervenciones violentas.
Al menos 200 presos de una cárcel de Nigeria,
en la región de Warri, escaparon cuando este recinto fue asaltado por
hombres armados, según indica la policía de ese país. Durante la
madrugada del domingo los efectivos del orden comenzaron con las labores
de búsqueda para poder localizar a los reclusos, pero solo diez han sido encontrados.
Con esta fuga ya son tres los ataques a diferentes cárceles en el que
delincuentes escapan para sembrar el temor en la población. El pasado primero de diciembre, 300 internos escaparon de la cárcel del estado de Ekiti y hace un poco más de un mes, exactamente el 3 de noviembre, 144 huyeron de
otro centro de la ciudad de Kogi. Todos bajo la misma modalidad: usando
armas y bombas para repeler la vigilancia de estos establecimientos. Varios medios de comunicación africanos atribuyen este tipo de ataques al grupo islamista de Boko Haram, debido a una cantidad, todavía inexacta, de miembros de esta organización en las cárceles del país. A ello se le suma un 70 por ciento de presos que están a la espera de juicio desde hace varios años. Esta organización ha aniquilado a 12 mil personas y herido a ocho mil individuos en los últimos cinco años, según cifras de las autoridades nigerianas.
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