Silvana Lima es la mejor surfista profesional de Brasil, pero eso no es suficiente para conseguir una marca que la apoye en su carrera.
La brasileña comenzó a practicar este deporte a los 8 años y su primera tabla fue un pedazo de madera. Practicaba a menudo porque vivía en una choza cerca de la playa. Estar en el agua se convirtió en su sensación favorita y el surf en su vida.
Este deporte le permitió tener algunas ganancias, pero después de lesionarse (y recuperarse) perdió el apoyo que tenía por parte de la compañía Billabong. Ahora, nadie está dispuesto a patrocinarla a pesar de haber sido campeona ocho veces en su país y dos veces la mejor del mundo.
Silvana Lima asegura que el problema es su apariencia:
No me veo como modelo. No soy una chica sexy, soy una surfista profesional. Cuando se trata de mujeres, las empresas quieren el paquete completo: modelos y surfistas. Así que si no te ves como una, te quedas sin patrocinador y eso es lo que me pasó.
Para poder sobrevivir, la atleta ha recurrido a opciones que le permitan seguir entrenando y compitiendo. Una de ellas fue crear un centro de crianza de perros bulldog francés. Esto le permitió viajar a Nueva Zelanda y ganar.
A pesar de la complicada situación, la surfista no está dispuesta a ser otra: “podría cambiar, ponerme implantes en el pecho, teñir mi cabello y usar lentes de contacto para tener ojos azules, pero sería muy raro porque nadie me reconocería”.
