miércoles, 13 de agosto de 2014

¿Por qué el estrés engorda?

Estados Unidos.- Cuando estamos bajo estrés, una de las conductas más frecuentes es comer compulsivamente, es decir, por impulso.
No significa que siempre comamos por hambre (aunque en algunas ocasiones la sensación de vacío puede estar presente), sino más bien surge la “necesidad de comer lo que sea”, o comer “lo prohibido” (dulces, pasteles, galletas, chocolates, etc). Todos los alimentos, ricos en azúcar cubren la necesidad que tiene nuestro organismo cuando está bajo tensión o estrés, y que tiene que ver con la elevación de una hormona, conocida como “la hormona del estrés”, o cortisol. Dicha hormona prepara a nuestro organismo para enfrentar el peligro, o lo que conocemos como “Respuesta de Lucha o Huída”.

Dicha respuesta es en realidad un conjunto de respuestas, pues aumenta nuestra frecuencia cardiaca y se acelera nuestra respiración; también aumenta la tensión muscular y la sudoración. Tú misma puedes comprobar estas señales la próxima vez que te encuentres en una situación estresante.

El aumento en la producción de cortisol provoca una elevación de los niveles de azúcar en sangre, misma que en muchas ocasiones no puede ser metabolizada correctamente.

Como dato curioso: ¿Sabías que después del ataque terrorista a las Torres Gemelas la demanda de crema de cacahuate en los Estados Unidos se elevó considerablemente?

El estrés, también provoca dificultades para dormir (insomnio), se ha demostrado que cuando no dormimos lo suficiente nuestro metabolismo no actúa de manera eficiente, y tendemos a engordar.

El estrés es provocado por diferentes situaciones, pero la más importante, es cuando “estamos a dieta”, ya que la simple idea nos genera más estrés del que ya teníamos y que puede estar relacionado con situaciones laborales, familiares o personales.

De acuerdo con el Dr. Roger Gould, nuestros hábitos alimenticios se relacionan directamente con nuestra “hambre emocional”, y propone 12 tipos,los más importantes son los siguientes:

El tipo 1. La persona come cuando se siente enojada, deprimida, ansiosa, aburrida o sola, es porque no sabe la forma de manejar el dolor que le causan estas emociones.

El tipo 4. La persona perfeccionista, se crítica y auto devalúa constantemente, y come para llenar su vacío interior.

El tipo 7. Es la persona que quiere hacer valer su independencia, pues no le gusta que otros le digan lo debe hacer.

El tipo 8. De acuerdo con el Dr. Gould esta persona es la que come cuando enfrenta nuevos retos. La comida es utilizada como medio para aliviar la tensión y el miedo que le provocan los retos.

En resumen, si tu objetivo es bajar de peso y “ya no subir de peso” toma en cuenta que no se trata de “fuerza de voluntad” sino de que necesitas darte cuenta de cuáles son las situaciones que te llevan a comer en exceso, y aprender a manejarlas, así como crear nuevos hábitos de alimentación que reemplacen tus hábitos actuales. Como parte de lo anterior, es necesario que aprendas a autorregularte.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario