lunes, 20 de octubre de 2014

La Caída

Todos lo hemos sentido. Es tarde. Trabajas, estudias, ves una película, lees en la computadora. No importa lo que hagas, es la sensación que tienes. Estás cansado y tus ojos queman y tienes el sentimiento molesto de no dormir durante mucho tiempo.

De acuerdo, no puedes ir a dormir ahora mismo. ¿Pero qué hay sobre cerrar los ojos un par de minutos? Intentar que se humedezcan un poco. ¿Eso no podría lastimar a nadie verdad? Entonces estás cayendo. Como si te tropezaras en un precipicio. Estás en caída libre, aunque tu cuerpo no se mueva.
 
Entonces como si una cuerda de bungee te detuviera, estás despierto, tu corazón late un poco más rápido y parpadeas rápidamente pensando ¿qué pasó?. Los doctores llaman esto un espasmo mioclónico. Es una reacción natural, dicen, provocada por el cerebro, pues intenta averiguar si el cuerpo está muriendo o entrando en un estado de relajación propio del sueño, pues tu ritmo cardiaco desciende.
 
Lo que los doctores no te dicen es que tu cerebro no está equivocado: cada vez que te dejas ir, cada vez que sientes esa sensación de “caer”... no estás cayendo. Estás siendo arrastrado hacia la nada.
 
Y un día tu cerebro no podrá traerte de vuelta con un espasmo mioclónico.
 
Ellos te tendrán.
  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario