miércoles, 20 de julio de 2016

Joven llamó a la policía porque le robaron a Pikachu

Un jugador del popular juego "Pokémon Go" llamó a la policía porque le robaron a Pikachu, de acuerdo a un audio dado a conocer por las autoridades
El joven, cuya identidad no fue revelada, llamó al número de emergencia 999, en la localidad de Gloucertershire, en Inglaterra, a 181 kilómetros de Londres. 

En la llamada se puede escuchar a un joven en medio de lágrimas llamando al número de emergencia para decir: "Alguien se robó a mi Pokémon". En ese momento, la operadora le responde "Entonces, ¿para qué llamar al 999?" a lo que el joven responde: "Porque es algo muy malo... iba a atrapar un Pikachu cuando...". 

Es cuando la operadora lo interrumpió: "¿Se da usted cuenta de que está bloqueando la línea para alguien que pueda tener una emergencia de vida o muerte?". Aún no queda claro si se trató de una llamada de broma o en verdad la persona padecía una crisis, pero se le instruyó en qué momentos debe de llamar a los servicios de emergencia, dijo un vocero de las autoridades a la cadena británica "BBC". 


Se queda sin dientes tras reto del elote

Y no aprenden, a pesar de que este reto les ha cobrado caro a los participantes su atrevimiento, este joven se ha convertido en el nuevo fenómeno viral.
En el video se observa cómo después de ajustar la mazorca en el taladro lo enciende para desarrollar el reto, pero el movimiento inestable de este en su boca provoca que se se le caigan los dientes.

Hallan fotos de Bin Laden en ordenador del terrorista de Niza

París – El terrorista que causó 84 muertes el pasado jueves en Niza tenía en su ordenador desde hace pocas semanas imágenes extremadamente violentas de crímenes perpetrados por el Estado Islámico (ISIS) como decapitaciones, así como fotos de líderes yihadistas como Osama bin Laden o Moctar Belmoctar.
París – El terrorista que causó 84 muertes el pasado jueves en Niza tenía en su ordenador desde hace pocas semanas imágenes extremadamente violentas de crímenes perpetrados por el Estado Islámico (ISIS) como decapitaciones, así como fotos de líderes yihadistas como Osama bin Laden o Moctar Belmoctar.El fiscal de la República, François Molins, explicó en una comparecencia ante la prensa que hasta el momento no se ha encontrado ninguna prueba de que el tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel hubiese jurado lealtad a ISIS ni de que tuviese contacto con ningún miembro de esa organización.

Bouhlel había mostrado un “interés cierto pero reciente” por el movimiento yihadista, según Moulins, quien destacó que “la radicalización puede producirse más rápidamente cuando va dirigida a mentalidades perturbadas”.

El registro tanto del teléfono móvil hallado en la cabina del camión que conducía el terrorista en Niza como del ordenador que tenía en su casa indica un alto grado de premeditación del crimen.

Del 1 al 14 de julio, Bouhlel buscó en internet suras del Corán, cantos religiosos e información sobre las recientes masacres en Orlando y Dallas, pese a que esta última tuvo motivos puramente raciales, y en Magnanville, cerca de París, donde un hombre que había jurado lealtad al ISIS asesinó a una pareja de policías.

Además, la Policía ha encontrado en su móvil un artículo del primero de enero de este año del diario local “Nice Matin” con el título: “Se estrella voluntariamente en la terraza de un restaurante”.

Según el testimonio brindado por una de las seis personas que continúan bajo arresto tras el atentado del 14 de julio, el hombre se había dejado barba hacía ocho días y había explicado que tenía un significado religioso.

El fiscal también reveló que Bouhlel había mostrado un vídeo con decapitaciones a uno de los detenidos y, ante su sorpresa, le dijo que él “ya estaba acostumbrado” a su visionado.

El terrorista recorrió en diferentes ocasiones, incluso el mismo día de la masacre, el paseo de los Ingleses, donde cometió su crimen, según las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia y fotos tomadas desde el propio móvil del individuo.

martes, 19 de julio de 2016

Todo lo que necesitas saber de Pokémon Go

Tras una semana de noticias sobre un juego que, en términos de historia virtual, es una antigüedad, te explicamos cómo se convirtió Pokémon en un nuevo fenómeno cultural.
Qué es Pokémon Go, el juego de celular que pone a la gente a caminar y ya causó problemas con la policía

He oído hablar de Pokémon. ¿Está de moda otra vez?

Sí. Pokémon Go es un juego de realidad aumentada para teléfonos inteligentes.

Utiliza el GPS y los datos de Google Maps. Lo juegas caminando por el mundo real en busca de unos monstruos virtuales -algunos piensan que un poco cursi s, pero para otros tienen estatus de “culto”- que aparecen en lugares cercanos a la ubicación del teléfono.

Una vez que te acercas lo suficiente, debes intentar capturarlos haciendo uso de la pantalla touchscreen tu de tu móvil, donde aparecen superpuestos a la realidad real (captada por tu cámara). Ya en tu poder, debes entrenarlos para que luchen entre sí.

Los monstruos fueron populares por primera vez en la década de 1990 cuando salieron en el Nintendo Game Boy.

La posibilidad de intercambiar a esos monstruos o para ser más precisos, 722 personajes ficticios -y uno de los objetivos es capturarlos todos-, volvió al juego un gran éxito en entre los niños y jóvenes, antes de Minecraft e incluso de los Tamagotchis.

Los personajes, además de ser protagonistas de otros juegos en las consolas Game Boy y Nintendo DS, lo han sido también de un programa de dibujos animados y de un juego de cartas coleccionables.

Pero esta es la primera vez que aparecen en los teléfonos inteligentes.

¿Quién inventó los exámenes?

¿Dónde, cuándo y por qué?
“Llevo 40 años teniendo pesadillas en las que voy a un examen y me doy cuenta de que me preparé para un tema distinto. O miro el examen y está en un lenguaje que nunca he visto antes. O tomo mi lápiz para contestar, pero no puedo escribir la palabra que quiero”, revela Simon Goldhill, director de Estudios Clásicos en King’s College, Londres.

“Es mi sueño recurrente por excelencia: tener que hacer un examen de matemáticas o de alguna asignatura que no sé. ¡El horror de tener que presentar un examen para el que no te preparaste !“, señala el comediante Richard Herring.

Por suerte, te despiertas, aunque tremendamente agitado y hasta con escalofríos.

Yo no he tenido que hacer un examen por décadas pero, como miles de otros, todavía tengo pesadillas como esa.

Ahora, como profesora de Estudios Clásicos en la Universidad de Cambridge, estoy oficialmente al otro lado del proceso, y lo que me ha intrigado durante los 40 años que he estado enseñando es cómo los exámenes y sus graciosos rituales se metieron en nuestra psiquis colectiva.

¿Dónde, cuándo y por qué?

No olvidemos que a algunas culturas les ha ido perfectamente bien sin ningún examen.

La antigua Roma era felizmente libre de exámenes.

Y países como Reino Unido no tuvo los exámenes escritos como los que conocemos hasta el siglo XIX; antes de eso, la mayoría eran orales.

A los que tenemos que acreditarles -o culparles- por este invento en particular, es a los chinos.

En el siglo VII a.C. crearon lo que era “una prueba estupefaciente durante la cual algunos se enloquecían y otros morían“.

“Hay imágenes de las salas de exámenes de provincia, con fila tras fila de celdas abiertas por un sólo lado”, cuenta Peter Bol, de la Universidad de Harvard, quien es un experto en esos primeros exámenes.

Tenemos evidencia de que en 1250 alrededor de 450 mil personas participaban en estas pruebas, pero sólo entregaban 600 diplomas“, señala Pot.

“¿Por qué los hacían? ¿Por qué invertían tanto, muchos años de educación, tutores privados, todos los gastos que involucraba eso, si la vasta mayoría no iba a tener éxito?”, se pregunta, y contesta:

“Lo hacían porque les daba estatus, reconocimiento, conexiones y membresía en la élite local”.

“Si me pidieran que señalara un logro extraordinario del Estado chino, diría el haber establecido el valor de los exámenes para la participación en la vida nacional y pública”, declara el experto.

No estoy segura de si fue un logro o un autogol, pero el objetivo de ese sistema chino era noble.

Al crear esos primeros exámenes, no estaban sólo separando la paja del trigo, sino tratando de hacerlo según una medida justa de las habilidades, no de acuerdo a la posición social o riqueza del candidato.

Eso, se supone, es lo que seguimos haciendo, sin embargo aún no entiendo…