Si estás por llegar a los 30 años, debes empezar a medir tu consumo
de cerveza. La barriga cervecera es para algunos un orgullo, una
inversión; sin embargo, esta acumulación de grasa abdominal tiene un
fuerte componente genético en ambos sexos, y no solamente se genera por
el consumo de alcohol, sino que también se ve influenciada por los malos
hábitos que tenemos. El nacimiento de la “barriga cervecera” comienza a los 20
años, una vez que concluye el periodo de desarrollo, aunque sus primeras
apariciones se ven reflejadas en la famosa “llantita” alrededor de la
cintura y caderas. Según el doctor José María Galán, cirujano plástico
de Clínica Londres, “Se trata de una hipertrofia grasa a causa de una
dieta poco equilibrada y una vida más bien sedentaria”.
El problema real aparece cuando entramos en los treintas; esta panza
crece y con ella, los primeros signos de envejecimiento. Entre ellos, la
grasa tiende a aumentar y los músculos a atrofiarse. Según el cirujano,
“la única diferencia entre ambos sexos son las zonas donde se acumulan
la grasa: mientras en ellas es alrededor del ombligo (obesidad
infraumbilical y periumbilical) y en la cadera, en ellos la grasa se
distribuye de forma más difusa por todo el abdomen y por los flancos”.
La panza chelera también aparece en las mujeres tras un embarazo o
parto, donde además de la acumulación de la grasa abdominal, aparece “la
sobredistensión de las fibras elásticas de la dermis que terminan por
romperse, dando lugar a las temidas estrías”, indica el doctor Galván.
Además de la evidente grasa exterior, el cirujano comenta que hay una
capa de grasa intraabdominal que envuelve los intestinos y cuando esta
crece, tiende a sobresalir hacia delante la pared muscular y esta a su
vez proyecta la piel y la grasa extraabdominal.
Otra de las razones de la aparición de esta panza es que “Los adipocitos
son las células almacenadoras de grasa que crecen tanto en número como
tamaño hasta la pubertad. Pero una vez que el ser humano ya ha
finalizado su etapa de crecimiento, los adipocitos ya no se incrementan
ni se reducen en número durante el resto de la vida, pero sí pueden
aumentar en tamaño o decrecer. Por eso, es tan importante que durante la
etapa infantil los niños tengan sobrepeso, si lo hacen los adipocitos
crecen en número y tamaño. Y esa cantidad de adipocitos se mantendrá a
lo largo de la vida”, advierte el cirujano Galán.
¿Cómo prevenirla?
No comer ácidos grasos saturados (presentes en grasas animales, excepto
pescados y mariscos) ni hidratos de carbono en abundancia, que
predominan en las comidas rápidas. Con dieta correcta (equilibrada y
sana: rica en fibra, frutas, verduras, ácidos grasos insaturados...),
ejercicio moderado y regular y descanso adecuado se puede combatir y
prevenir la barriga cervecera, aconseja el cirujano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario