viernes, 14 de noviembre de 2014

Resuelven el misterio de la aparición de la "barriga cervecera"

Si estás por llegar a los 30 años, debes empezar a medir tu consumo de cerveza. La barriga cervecera es para algunos un orgullo, una inversión; sin embargo, esta acumulación de grasa abdominal tiene un fuerte componente genético en ambos sexos, y no solamente se genera por el consumo de alcohol, sino que también se ve influenciada por los malos hábitos que tenemos. El nacimiento de la “barriga cervecera” comienza a los 20 años, una vez que concluye el periodo de desarrollo, aunque sus primeras apariciones se ven reflejadas en la famosa “llantita” alrededor de la cintura y caderas. Según el doctor José María Galán, cirujano plástico de Clínica Londres, “Se trata de una hipertrofia grasa a causa de una dieta poco equilibrada y una vida más bien sedentaria”. El problema real aparece cuando entramos en los treintas; esta panza crece y con ella, los primeros signos de envejecimiento. Entre ellos, la grasa tiende a aumentar y los músculos a atrofiarse. Según el cirujano, “la única diferencia entre ambos sexos son las zonas donde se acumulan la grasa: mientras en ellas es alrededor del ombligo (obesidad infraumbilical y periumbilical) y en la cadera, en ellos la grasa se distribuye de forma más difusa por todo el abdomen y por los flancos”. La panza chelera también aparece en las mujeres tras un embarazo o parto, donde además de la acumulación de la grasa abdominal, aparece “la sobredistensión de las fibras elásticas de la dermis que terminan por romperse, dando lugar a las temidas estrías”, indica el doctor Galván. Además de la evidente grasa exterior, el cirujano comenta que hay una capa de grasa intraabdominal que envuelve los intestinos y cuando esta crece, tiende a sobresalir hacia delante la pared muscular y esta a su vez proyecta la piel y la grasa extraabdominal. Otra de las razones de la aparición de esta panza es que “Los adipocitos son las células almacenadoras de grasa que crecen tanto en número como tamaño hasta la pubertad. Pero una vez que el ser humano ya ha finalizado su etapa de crecimiento, los adipocitos ya no se incrementan ni se reducen en número durante el resto de la vida, pero sí pueden aumentar en tamaño o decrecer. Por eso, es tan importante que durante la etapa infantil los niños tengan sobrepeso, si lo hacen los adipocitos crecen en número y tamaño. Y esa cantidad de adipocitos se mantendrá a lo largo de la vida”, advierte el cirujano Galán. ¿Cómo prevenirla? No comer ácidos grasos saturados (presentes en grasas animales, excepto pescados y mariscos) ni hidratos de carbono en abundancia, que predominan en las comidas rápidas. Con dieta correcta (equilibrada y sana: rica en fibra, frutas, verduras, ácidos grasos insaturados...), ejercicio moderado y regular y descanso adecuado se puede combatir y prevenir la barriga cervecera, aconseja el cirujano.


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